América Latina desafía a EEUU por política hacia Cuba

CARTAGENA, Colombia  – América Latina se enfrentó unida por primera vez a Estados Unidos por su política hacia Cuba, dejando el domingo en evidencia en una cumbre hemisférica la pérdida de influencia de Washington en la región.

 
Desde líderes izquierdistas hasta los mandatarios más conservadores de Latinoamérica reclamaron en la Cumbre de las Américas que Cuba se sume al foro de la Organización de Estados Americanos (OEA), de donde fue expulsada en 1962 por no ser una nación democrática.
Pero Estados Unidos, que mantiene un embargo comercial desde hace medio siglo sobre la isla, y Canadá vetaron la propuesta.
Estados Unidos se opone a incorporar a Cuba en las Cumbres de las Américas bajo el argumento de que La Habana no ha mostrado avances democráticos y políticos suficientes para reintegrarse a la OEA.
“Tengo esperanzas de que una transición está comenzando a ocurrir dentro de Cuba”, dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, después de concluida la cumbre.
“Yo y los estadounidenses daríamos la bienvenida a una etapa cuando los cubanos tengan la libertad de vivir sus vidas, elegir a sus líderes y participar por completo en esta economía global e instituciones internacionales. No hemos llegado allí aún”, acotó.
La cita en Cartagena fue un golpe para Obama, que en el encuentro buscaba profundizar el comercio con la región para recuperar empleos en Estados Unidos. Pero sólo pudo anunciar que un tratado de libre comercio con Colombia entrará en vigencia a mediados de mayo.
En las reuniones del fin de semana Obama tuvo que someterse a una catarata de reclamos, desde pedidos de un mayor rol de Washington en la lucha contra las drogas hasta críticas de la mayor economía de la región, Brasil, por sus políticas de estímulo que aprecian a las monedas locales más allá de lo sano y quitan competitividad a las exportaciones.
Para empeorar las cosas, estalló un escándalo de prostitución que involucró a 16 miembros de su equipo de seguridad, un tema que opacó el sábado a la cumbre.
SIN DECLARACION FINAL
La política de aislamiento de Estados Unidos hacia Cuba y el apoyo de Canadá impidieron que los países reunidos en la ciudad del Caribe colombiano pudieran adoptar una declaración final.
“El hecho de que no haya declaración no es un fracaso, todo lo contrario”, dijo el presidente colombiano durante una conferencia de prensa de cierre de la cumbre, intentado rescatar un lado positivo del encuentro.
Santos rechazó que la cumbre hubiese naufragado y más bien resaltó que al menos todos los países se sentaron a discutir por primera vez temas que en otras reuniones hemisféricas fueron tabú.
En la cumbre pasada hace tres años, un popular Obama despertó el entusiasmo de los líderes latinoamericanos con promesas y hasta medidas concretas, como relajar algunas restricciones sobre Cuba.
Pero, desde entonces, dejó relegada a la región. Obama puso su atención en la crisis económica de su país, el descalabro de deuda en Europa y los conflictos en Afganistán y Pakistán, mientras China ganó influencia económica en América Latina.
“Desde el punto de vista diplomático, la postura inflexible de Estados Unidos le está haciendo perder cada vez más peso” en la región, dijo el presidente uruguayo, José Mujica, en citas publicadas por el diario venezolano El Universal.
NO MAS CUMBRES SIN CUBA
Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela resolvieron no participar en las próximas Cumbres de las Américas en las que Cuba no sea invitada.
“Parece que Estados Unidos todavía quiere aislarnos del mundo, piensa que va a seguir manipulando a Latinoamérica, (pero) eso va terminando” dijo el presidente boliviano, Evo Morales, en una entrevista con la cadena de televisión Telesur.
“Yo siento que es una rebelión de países de América Latina frente a Estados Unidos”, agregó.
Incluso el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no viajó a Cartagena en protesta por la exclusión de Cuba.
El mandatario venezolano, Hugo Chávez, principal aliado de la isla en la región, tampoco participó de la cumbre por consejo de sus médicos mientras es tratado por un cáncer abdominal.
Desde Nicaragua, el presidente Daniel Ortega, que tampoco asistió a la cumbre en apoyo a Cuba, aseguró que las discusiones de los presidentes en Cartagena no fueron transmitidas por televisión porque iba a demostrar que Washington está aislado.
“No estoy seguro que ni siquiera sea posible una próxima cumbre”, dijo Carlos Gaviria, un político colombiano y ex candidato presidencial.
Los desacuerdos hicieron partir a algunos presidentes antes de lo esperado.
El presidente Ollanta Humala, de Perú, voló a su país la noche del sábado, oficialmente para tratar asuntos internos.
La argentina Cristina Fernández regresó a Buenos Aires molesta, según medios de prensa, antes de que concluyera la cumbre luego de que no lograra poner en el papel apoyos a su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas.
“Maldivas (sic), Falklands, (…) nosotros tenemos buenas relaciones tanto con Argentina como con Gran Bretaña”, dijo Obama al referirse a la disputa por las Malvinas, cuyo nombre confundió. “Somos neutrales”, agregó.
LOS TIEMPOS CAMBIARON
Obama, de 50 años, está hoy más enfocado en ganar la reelección en noviembre y no herir las susceptibilidades de su electorado con temas incómodos como el de Cuba más que en su política externa hacia Latinoamérica, coinciden especialistas.
“Frecuentemente en la prensa la atención en las cumbres como esta termina enfocándose en donde hay controversias. Algunas veces esas controversias vienen desde antes que yo naciera”, dijo Obama el sábado durante la cumbre ante empresarios.
“Y a veces siento en algunas de estas discusiones, o al menos en los reportes de la prensa, que estamos atrapados en una máquina del tiempo, volviendo a la década de 1950, la diplomacia de cañoneros y yanquis y la Guerra Fría, y esto y lo otro. No es el mundo en el que vivimos hoy”, agregó.
Cuba sigue sometida al mismo embargo comercial de Estados Unidos, sólo con algunas concesiones secundarias que hizo Obama.
Irónicamente, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, fue fotografiada por el diario colombiano El Espectador bailando el sábado hasta después de la medianoche en el Café Havana, un bar de música cubana en Cartagena.
Colombia, a pesar de ser de uno de los mayores socios de Washington en la región y haber dado la bienvenida a la ayuda financiera y militar norteamericana para combatir a la guerrilla y al narcotráfico, criticó el embargo.
México, otro importante aliado regional y vecino de Estados Unidos, apoyó igualmente la propuesta de incluir a Cuba.
“Ojalá dentro de tres años podamos tener a Cuba como parte de la cumbres”, dijo Santos tras la conclusión de las reuniones en Cartagena, a pesar de que él mismo pugna por reformas democráticas en La Habana.
“Creo que de esta cumbre sale un Estados Unidos más consciente de las necesidades”, agregó.
Las divisiones con las que terminó la cumbre pusieron más presiones sobre la OEA, un sistema de diplomacia hemisférica impulsado por Estados Unidos pero que no ha logrado mantenerse al ritmo de los cambios en Latinoamérica.
Esa situación llevó a 33 países de la región, excluido Estados Unidos, a fundar a fines del año pasado en Caracas la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). (Reuters)

 

 

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